Revolución ‘interruptus’

Sánchez no tiene mayoría parlamentaria para aprobar ninguna de las reformas anunciadas. ¿Campaña electoral?

Revolución ‘interruptus’
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— P U B L I C I D A D —

Seguimos en campaña. Sánchez no tiene mayoría parlamentaria suficiente para aprobar ninguna de las reformas que ha anunciado. Devaluar la asignatura de Religión haciéndola no computable, exige denunciar los acuerdos con la Santa Sede. Para enfrentarse a los colegios de niños y niñas tendría que ir contra el Constitucional que ha señalado que son perfectamente constitucionales y que hay que cumplir el 27.3: respetar el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus principios y valores.

Convertir la escuela pública en prioritaria y la concertada en subsidiaria obligaría a reformar la Ley de Educación, ley orgánica para la que necesita mayoría reforzada que no tiene. Tipificar como delito una relación sexual que no cuente con el consentimiento expreso de la mujer exige reforma del Código Penal, también ley orgánica. Sacar a Franco del Valle de los Caídos sin el consenso de su familia sería delito de profanación de cadáver.

En definitiva, nada de lo que ha ‘vendido’ lo puede hacer. ¿Por qué esta orgía de anuncios? No hay otra explicación: está en campaña. En política es más importante anunciar que hacer. Es más ilusionante escribir la carta a los Reyes Magos que el mismo día de los Reyes Magos. Pues eso…

La duda es hasta cuando durarán los fuegos artificiales. Adelantar antes de las locales del próximo mayo o hacerlas coincidir les privaría del tradicional test. Irnos más lejos es poco sostenible para un gobierno que puede gobernar pero no legislar. Y encima, gobernar con presupuestos heredados… Es verdad que estuvimos un año de interinidad sin aspavientos así bien puede estar dos años de fuegos de artificio.

Mientras, Calviño logra un poco de oxígeno de Bruselas. Amplía el déficit en medio punto, unos 6.000 millones. Gasolina —que no el ‘malísimo’ gasóleo— para cumplir algo con Trump en la OTAN y aceitar a los suyos.

Enfrente, un PP en ‘guerra civil’, casi tan cainita como la de los expresidentes del Popular… En principio Soraya ofrece más seguridad a los compromisarios que repetirán en listas en mayo de 2019. Pero Casado ofrece alguna mayor garantía de que la marca entonces valdrá algo. Por eso el partido está abierto y lo más probable es que quien gane lo haga por poco. El reto será la reconstrucción. Y no será fácil.

Mientras, Podemos permanece ausente una vez que los ‘Ceaucescau’ han desaparecido al cuidado de sus pequeños. Escenario ‘chollo’ para un PSOE amenazado hace poco con el ‘sorpasso’ y que hoy se merienda a los ‘morados’ a dos carrillos.

1 Comentario

  1. Totalmente de acuerdo. De momento la «vendetta» contra los suyos la ha conseguido al traspasar el umbral de la Moncloa y quedarse como inquilino. Una vez investido presidente jugará en el tablero según le convenga personalmente. De momento ha dejado fuera de juego a los «chavales» naranjas y morados y el PP está como está. Buena jugada. Por otro lado compra adhesiones (aunque sea temporales por aquello de ganar tiempo) con los nacionalistas y, como Rajoy, anuncia cosas que quedan pendientes de estudio para lo sucesivo. Buenos «gestos» y «posturas» incluso hacia Trump y hacia la OTAN (¿quien se lo iba a decir a los «morados»?) De todas formas es un juego que no puede durar mucho y si sale un PP dispuesto a refundarse de verdad (no es el caso de Soraya con Montoro de escudero), y Ciudadanos es capaz de resucitar, podría encontrarse ante situaciones difíciles, pero a él ya no le importa. Ha pisado y ejercido como presidente. Ya ha tenido su tiempo de gloria. Un saludo.

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