
Desde la transición política ha habido cuatro partidos políticos centristas, tres de ellos desaparecidos de la escena política y un cuarto, Ciudadanos, derrotado solemnemente en las últimas elecciones generales.
Cronológicamente la UCD surgió en la Transición. Adolfo Suárez formó desde el poder el primer partido centrista para presentarse a las primeras elecciones democráticas. Era un partido integrado por diferentes tendencias: democristianos, liberales, socialdemócratas y diversos personajes del régimen reconvertidos a los nuevos tiempos. Suárez gano las elecciones del año 77 y la UCD gobernó, promovió el cambio y logró el consenso con la oposición para dar lugar a la Constitución aprobada el 6 de diciembre de 1978 en referendo nacional. Una nueva victoria electoral de la UCD le permitió mantenerse como presidente hasta febrero de 1981. Calvo Sotelo presidió el partido centrista hasta las elecciones de 1982 que perdió pasando de 168 diputados a 12. La UCD se había roto previamente por la desunión de sus familias y Suarez fundó el CDS con el que obtuvo dos escaños, el suyo y el de Rodríguez-Sahagún por Ávila. El desastre del centro, a mi entender se produjo cuando dimitió Suárez, presionado por los poderes fácticos por no pactar la entrada de España en la OTAN, cosa que haría Calvo Sotelo y defendería Felipe González en referendo nacional.
El CDS de Suárez en las elecciones generales de 1986 conseguiría 19 diputados y en las autonómicas de 1987, algunas presidencias de asambleas regionales como la de Madrid y el Gobierno de Canarias. Parecía el resurgir del centrismo, incluso Rodríguez-Sahagún alcanzaría la Alcaldía de Madrid después de una moción de censura con AP. En mi opinión aquí estuvo la clave de la caída que vendría después, pues había dos mociones de censura previstas: la del Ayuntamiento, y la puesta en la Comunidad de Madrid con Ruiz Gallardón (AP) de candidato. Salió la Alcaldía, pero no la de Ruiz Gallardón, por el voto en contra de un diputado trásfuga de AP. Muchos interpretaron que Suárez era el culpable por buscar un sorpaso al AP. Este intento, según ellos, unido a la pegatina que Suárez pegó en la solapa del presidente de la patronal bancaria el 24 de junio de 1986 en una recepción real, que decía “Yo también tengo problemas con los bancos”, propició la caída en dos tiempos, pues en las generales del 89 obtuvo 14 escaños, que se extinguieron en el 93. En las municipales y autonómicas del 91 el fracaso fue absoluto.
Tardó el centrismo en reaparecer, y lo hizo con UPYD que en las elecciones generales de 2008 obtuvo un escaño por Madrid en la persona de Rosa Díez. En 2011 la cifra de 8 diputados en la Asamblea de Madrid, 5 concejales en la capital y una presencia en varias capitales. A finales del 2011 en las generales adelantadas UPYD obtendría 5 escaños, 4 por Madrid y uno por Valencia y conseguiría grupo parlamentario. Lo que parecía una vía consolidada del centrismo empezó a oscurecerse en 2014 para UPYD cuando en las elecciones europeas aparecía Ciudadanos que obtenía dos escaños. Fueron muchos los que propusieron una fusión de los dos partidos centristas o, al menos, una coalición electoral que UPYD no admitió. El resultado fue que en las municipales y autonómicas UPYD perdió sus diputados y concejales de Madrid. Cuando en otoño de 2015 se celebraron las elecciones generales Rosa Díez sucumbió, mientras que Ciudadanos alcanzaba 40 escaños.
Desaparecía un partido centrista, pero emergía pujante Ciudadanos hasta llegar a ser la tercera fuerza política con 57 escaños en las generales y formar parte de los gobiernos de Andalucía, Madrid, Castilla y León y Murcia, además de muchos gobiernos municipales en coalición actuando como perfecta bisagra con el PP o con el PSOE.
Al producirse la forzada repetición electoral de noviembre Ciudadanos reduce su representación a 10 diputados porque no supo, en mi opinión, la oportunidad de formar un Gobierno mayoritario con el PSOE con el que sumaba 180 escaños. A pesar de que muchos poderes le animaban a ello, Rivera optó por buscar el sorpaso al PP y, ante tal negativa, vino la crítica en todos los medios de comunicación y se llegó al desastre. Las causas nos llevan a un denominador común, partidos personalistas, y decisiones en contra de intereses nacionales. Tanto Suárez como Rosa Díez y Rivera, tomaron decisiones contrarias a lo que deseaban determinados poderes fácticos.
Que el centro es necesario, para mí y para muchos es obvio, pero todos debemos saber, que debido a los enfrentamientos constantes derecha/ izquierda, una postura de convivencia y concordia es fundamental en nuestro país. Debemos dar a nuestros dirigentes la oportunidad de convivir con menos tensiones. La oportunidad está ahí. C’S tiene grupo parlamentario con 10 escaños, gobierna en varias comunidades y ayuntamientos, mantiene un grupo importante en Europa encuadrado en el grupo europeo ELDER, y por tanto tiene posibilidades de mantener vivo el centrismo.
Desde aquí animo a C’S, a ser útil, parece que Inés Arrimadas lo ha entendido, y es muy buena, pero además de buscar la utilidad y el espacio político, le sugiero que continúe en crear identificaciones de su partido, como es la España vacía, que todos les identifican, con el apoyo a la familia, con un acuerdo para la educación, en menor medida con la bajada de impuestos, pues lo aprovechará mejor el PP. Asimismo debe generar apoyos sólidos en temas determinantes para la sociedad; como son los relacionados con el ecologismo y el cambio climático, no deben permitir que sean bandera de la izquierda, C’S debe empezar a trabajar fuertemente en este ideario.El feminismo debe de ser otro pilar, lo tiene fácil con una mujer al frente, debe continuar en su línea, pero un poquito más, tampoco el feminismo es de izquierdas, pero las mujeres menores de 30 han votado y mucho al PSOE. Los emprendedores debe ser otro objetivo de C’S, no basta con decirlo, hay que trabajarlo y debe reunirse con asociaciones y fundaciones al respecto, y por último debe trabajar el sindicalismo independiente, donde hoy en día hay muchos trabajadores titulados y cuadros que esperan a algún partido que les apoye, lo digo por experiencia, Yo he sido Presidente del sindicato de cuadros en España. En definitiva deben de apoyar la vertebración social, implicándose en ella, y tomando ideas y sugerencias de la sociedad civil.
No solo estamos a tiempo de salvar el centrismo, sino que estoy seguro que Inés Arrimadas conducirá a Ciudadanos a la senda de la utilidad y del éxito.