
El pasado 5 de marzo se presentó en Bilbao la Plataforma Foruak Orain; Fueros Ahora, en vascuence. Esta iniciativa pretende constituirse en un futuro en partido político, a tenor de lo expuesto en el texto. Su objetivo es luchar contra la exclusividad excluyente del nacionalismo, protagonizada por el PNV y los pro-etarras de Bildu. Sana y necesaria aspiración.
Además de identificarse con la Constitución y la democracia como banderas, los firmantes hacen hincapié en el Concierto Económico, base de la autonomía vasca. Dicho acuerdo no es obra y gracia de los nacionalistas, sino del pacto al que llegaron las tres provincias vascas con el gobierno de Alfonso XII en 1878. Temen que le nacionalismo en este año de 2022 inicie algo así como un procés vasco, en lo que denominan el “bucle destructivo catalán”. A lo largo y ancho del texto abundan en las ventajas del sistema constitucional y autonómico, el mismo al que aspiraban los fueristas de los siglos XIX y XX. Tan envidiable situación no desean que siga siendo capitalizada por el nacionalismo; critican el seguidismo que de ello hacen los dos grandes partidos a nivel nacional, PP y PSOE en su versión vasca.
«Si a la guerra no vas con armamento verdaderamente contundente, es mejor que te quedes en casa»
Desean luchar contra ese nacionalismo; pero, a mi juicio, con armas poco ofensivas. Si a la guerra no vas con armamento verdaderamente contundente, es mejor que te quedes en casa. Se debe ir contra la línea de flotación de ese regionalismo racista, impactándole donde verdaderamente le hace daño. No con La Constitución, los Fueros y la entelequia de la Unión Europea; a cuyas elecciones también aspirarían a presentarse. Expongo dicho arsenal a continuación:
- Denunciar a Sabino Arana Goiri, como un nazi totalmente antecesor a Hitler. Los fueristas se refieren a él como racista en el comunicado, pero muy tímidamente. Semejante denuncia debe figurar en el frontispicio de todo aquello que pretenda luchar contra el nacionalismo.
- Explicar por qué Arana y su mojigato hermano Luis —verdadero fundador de la mitología nacionalista— eran racistas. De cómo estos vizcaínos emparentaron al medievalismo carlista con las teorías naturalistas —en boga en la Europa del momento— que buscaban la Nación en la raza, la lengua o la religión; donde la hallaron los nazis.
- Dar a conocer cómo el PNV colaboró —implícitamente— con los anarquistas de la FAI y la CNT, para destruir a la economía española y hacer desaparecer al Estado en la II República. Lo que originó la Guerra Civil, desde el mismo 1931.
- La palabra Euskadi: ¿qué es? Neologismo mal inventado por Sabino Arana. El prefijo Eus hace alusión a lo vasco; pero el sufijo kadi es para señalar a lo vegetal. Por lo tanto, Euskadi no es patria o tierra de los vascos, sino huerto/a, jardín, bosque, etc. Según Jon Juaristi, Arana lo hizo mientras aprendía el vascuence de su mujer, Nicolasa Achica-Allende, vascoparlante. En él, como jaun vizcaíno, su idioma era el castellano.
- ¿Qué es la ikurriña? Fue diseñada como bandera para el PNV por los hermanos Arana Goiri; no para el territorio. Es después que abusivamente se le asigna a lo que erróneamente llamaron Euskadi.
- Acusar del peor de los crímenes que intentaron cometer los seguidores de Sabino Arana. Aprovechando el desgobierno republicano, una comisión del PNV se hizo recibir por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico para proponerle lo siguiente: que el Reino Unido invadiera España, convirtiera a Vasconia en un protectorado británico, para en un futuro darle la independencia. En pago, Londres podía quedarse las Islas Canarias. Evidentemente, el Foreing Office los despidió con cajas destempladas.
- De esta manera, España quedaría partida en tres. Lo que no le preocupaba en absoluto al nacionalismo vasco.
- Hacer hincapié en lo que significó tan deleznable intento: que en todas las Cancillerías del mundo se supiera del caos español y que, llegado el momento del alzamiento franquista en 1936, todas las democracias europeas rehusaran ayudar a Madrid, firmando el histórico documento de “No intervención en España”. Iniciativa encabezada, cómo no, por el Reino Unido y seguida por Francia y Bélgica; los tres países de la Entente en la I Guerra Mundial.
- Que la gente se entere de que el más caro de los precios lo pagó Guernica. Franco, furibundo por el intento de partir a España en tres, se vengó del PNV dejando que la aviación alemana bombardeara a la pequeña ciudad vizcaína y donde más le doliera al nacionalismo: el lugar del mítico árbol. Abominable crimen por el intento fallido de otro abominable crimen.
- Hacer énfasis en que, llegados los nuevos tiempos y con ellos la Contracultura anglosajona, unos analfabetos políticos, ebrios de drogas y de estridencia musical, confundieran el nacionalismo nazi de los Arana nada menos que con el marxismo-leninismo. Me refiero a ETA. A estos criminales de izquierda; a estos racistas de izquierda, puesto que su partido se define como tal: izquierda abertzale; o sea, nacionalista.
Como puede verse, es muy valioso el arsenal que se puede emplear para luchar contra el nacionalismo; contra el tándem PNV-Bildu. Sucede que elementos tan sanos y democráticos como la Constitución y los Fueros no hacen mella en nadie. Ni siquiera en el resto de España, empezando por Madrid, la Constitución conmueve.
Mucho me temo que la valiente iniciativa de Foruak Orain, acabe en saco roto. No obstante, espero equivocarme y que tenga éxito; que se transforme en algo así como un “Ciudadanos” vasco, pero que no cometa el error de los de Albert Rivera: transformase en un partido nacional para perderse en la selva política madrileña. La Plataforma vasca está al igual que la rebelión catalana, formada por intelectuales; con nombres como Guillermo Gortázar, Iñaki Ezkerra, Ramón Rabanera, Federico Verástegui, o José María Aguirre.