Una de cada tres personas en el mundo vive en un país sin libertad religiosa

Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2016
Por
— P U B L I C I D A D —

La libertad religiosa en el mundo está en retroceso; el hiperextremismo islamista está generando una violencia sin precedentes contra las minorías étnico-religiosas, y el Cristianismo es la religión más perseguida del planeta. Estas son las principales conclusiones del Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2016, presentado por la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).

Javier Menéndez Ros, director para España de AIN, ha destacado que “sin libertad religiosa no hay verdadera libertad, de forma que todas las demás se ven limitadas”. Junto a él estaba presente Jean Abdo Arbach, arzobispo de Homs, Siria, que ha descrito la terrorífica situación por la que atraviesan las comunidades cristianas en Oriente Medio. La persecución, confinamiento, desaparición y ejecuciones clandestinas de cristianos ha provocado una desbandada general. Sin cifras precisas de los asesinatos, monseñor Arbach ha registrado documentalmente el “asesinato de 420 mártires cristianos”, aunque con toda probabilidad serán muchos más.

Este informe, de carácter bianual, estudia el cumplimiento del derecho fundamental a la libertad religiosa en todos los países del mundo y para todos los credos. Se ha presentado simultáneamente en 20 países, traducido a siete idiomas. Pueden consultarse todos los datos, así como la evolución de la libertad religiosa país por país en la web: libertadreligiosaenelmundo.com

Destaca que, a esta fecha de 2016, una de cada tres personas vive en un país sin libertad religiosa. El islam extremista es la principal amenaza a esta libertad y la causa principal de la persecución en el mundo. En los dos últimos años, uno de cada cinco países ha sufrido algún tipo de ataque de los islamistas radicales.

El documento clasifica a los países entre aquellos en donde se discrimina por causa de la fe y aquellos en los que se persigue, incluso hasta la muerte, por profesar alguna religión. De los 196 países analizados, en 38 se producen graves violaciones contra la libertad religiosa. De ellos, en 23 se sufre persecución y en 15 se sufre discriminación de todo tipo: prohibición de acceder a cargos públicos; veto al ejercicio de determinadas profesiones; limitación de movimientos y de territorios en los que se puede habitar o circular; imposición de tasas fiscales específicas, etc.

Entre los 23 países clasificados como “de persecución”, en once de ellos la situación de la libertad religiosa ha empeorado gravemente en los últimos años. De ellos, en los siete en donde el grado de persecución es mayor, los problemas son tan agudos que los autores del informe solo contemplan una degradación aún más brutal. Son: Afganistán, Arabia Saudí, Corea del Norte, Irak, Nigeria, Siria y Somalia.

Llama no obstante la atención, según el informe, que, en contra de la creencia habitual no son los estados los principales violadores de este derecho fundamental. Es el radicalismo islámico el que vulnera la libertad religiosa en 24 países, mientras que los estados autoritarios lo hacen en 6, en tanto que los nacionalismos y otros grupos fundamentalistas lo hacen en 8.

Lo que el documento califica de “hiperextremismo islamista” registra desde 2014 un nivel de violencia sin precedentes, proceso que en el caso de Oriente Medio está provocando la eliminación de toda forma de diversidad religiosa, “con la pretensión de imponer estados monoconfesionales en toda la región”.

Respecto de la fe cristiana específicamente, el informe concluye en que uno de cada seis creyentes vive en países con persecución religiosa, lo que convierte al Cristianismo en la religión más perseguida del planeta. De los más de 2.000 millones de cristianos, de todas las confesiones, censados en el mundo, 334 millones viven en países donde son objeto de persecución, y 60 millones en países en los que sufren discriminación.

1 Comentario

  1. Desgraciadamente el dogmatismo religioso y el sectarismo político han sido las herramientas del «poder» para su mantenimiento. No podemos olvidar nuestra Inquisición (mantenida por Fernando VII tras su abolición por José Bonaparte) y el poder de la confesión católica en nuestra reciente historia. Me llamó la atención ver entre los invitados al acto de apertura de las Cortes un obispo católico, pero ningún representante de otras confesiones. ¿Sería casualidad? Un saludo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.