Lyu Fan, embajador de China: «Si España hace seguidismo de Estados Unidos sobre Huawei habrá consecuencias»

Lyu Fan, embajador de China en los desayunos informativos de Executive Fórum
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— P U B L I C I D A D —

No se anduvo por las ramas el embajador de la República Popular de China, Lyu Fan, en el desayuno organizado por Executive Forum en el Hotel Intercontinental, y con el patrocinio de Cepsa. Al abordar las tensiones con Estados Unidos a propósito del gigante tecnológico Huawei, Lyu Fan, con el mismo tono pausado de toda su intervención, desgranó una consecuencia colateral para España: “Si en este tema, España hace seguidismo de Estados Unidos el comercio hispano-chino se resentirá”.

Una afirmación que enfriaba las buenas cifras que acababa de enumerar pocos minutos antes: 83.700 millones de dólares en intercambios durante 2018, además de unas hipotéticas perspectivas de grandes inversiones mutuas. A Pekín le interesan sobre todo los que considera sectores con más futuro a medio plazo: finanzas, energía, transporte e infraestructuras, especialmente las ferroviarias.

El embajador representa al país más poblado y a la segunda potencia económica del mundo, con ambición y ganas de seguir recortando diferencias con la primera, Estados Unidos. Desgranó una catarata de cifras que avalan tanto el estatus como la tendencia: 13,4 billones de dólares de PIB en 2018 y un crecimiento estimado para 2019 del 6,6%.

Lyu Fan, embajador de China en los desayunos informativos de Executive FórumA los que añoran los pasados saltos de gigante chinos anuales de dos dígitos les aclaró que, una vez superada la primera fase de desarrollo, basada en la producción masiva y barata, China está ya inmersa en la de un desarrollo de alta calidad. Para consolidarla cuenta mantenerse a contracorriente de la tentación proteccionista abrazada por el presidente Donald Trump y sus numerosos émulos nacional-populistas: “Las puertas de China al exterior no se cerrarán; al revés, se abrirán más”, antes de soltar una sentencia que resume la filosofía iniciada por Deng Xiaoping y consagrada por Xi Jinping: “La apertura atrae el progreso; el enclaustramiento es sinónimo de retroceso”.

El embajador echó de nuevo mano de las cifras para sustentar tan sencilla filosofía: 4,60 billones de dólares de comercio exterior chino; 70.000 nuevas empresas extranjeras asentadas en el país; 130.000 millones de dólares en fondos de inversión; 80.000 millones en inversiones en el exterior, en donde han creado 240.000 puestos de trabajo nativos. O sea, lo que dice el proverbio confuciano: “Si consigues el éxito, trata de que todos se beneficien”.

Subraya que la morfología del país ha cambiado sustancialmente: el sector servicios ya representa el 52% del PIB, y la tecnología crece al vertiginoso ritmo del 11%. Al proyecto de la Nueva Ruta de la Seda lo califica de emblemático. Desde que se pusiera en marcha en 2014 el primer tren entre Kiwu y Madrid, ya se han efectuado 600 trayectos con una carga de 500.000 contenedores. Trece comunidades autónomas españolas se han subido ya a ese tren, que precisa mucha más carga en sus viajes de vuelta Madrid-Kiwu.

Lyu Fan, embajador de China en los desayunos informativos de Executive Fórum

Se planteó una cierta queja española por la escasa contribución de visitantes chinos a esos 80 millones de turistas que vienen a España. Lyu Fan se mostró dispuesto a favorecer el incremento, pero planteó sus reivindicaciones: mayor agilidad en la concesión de visados (España tarda 15 días en concederlos frente a las 48 horas en que los dispensan, por ejemplo, Francia o Reino Unido), y un mayor acercamiento cultural de la hospitalidad española: saber que los chinos prefieren el té al café; el agua templada a la fría que es habitual en nuestra restauración, y que los grandes monumentos les ofrezcan prospectos y guías en chino, de manera que sepan lo principal que ver en visitas rápidas como las que pueden efectuar en Madrid, Toledo, Segovia, Sevilla o Barcelona.

Bastantes empresarios tomaron buena nota de una sesión tan intensa que supo a poco. Entre ellos, Jorge Cosmen, cuya empresa asturiana Alsa fue la primera en establecerse en China. También José Manuel Martínez, director de Química de Cepsa, que se encargó de recordar que la planta de fenol en Shanghái es hasta el momento la mayor inversión de la industria española en China, con 300 millones de euros.

Lyu Fen rubricó su intervención con otra sentencia de la sabiduría china: “El apoyo de todos hace próspera una causa”. En este caso, la de mejorar simultáneamente la vida de los pueblos.

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