La detención del escritor Boualem Sansal provoca otro choque franco-argelino

El mundo intelectual y político, incluido el presidente Emmanuel Macron, manifiestan su inquietud tanto por la suerte del escritor como por el resurgimiento del islamismo amparado por el régimen de Argelia

Boualem Sansal
Pedro González
Por
— P U B L I C I D A D —

A sus 75 años, Boualem Sansal es uno de los gigantes de la literatura francófona, y aún más de la que podría denominarse franco-magrebí. Es autor de obras decisivas, que han hecho saltar chispas en el mundo del islamismo: La primera,  Le serment des Barbares (1999), donde cuenta el ascenso imparable del integrismo, que “hundió a Argelia en el decenio negro”, la guerra civil saldada con más de 200.000 muertos.

A ella le siguieron especialmente Le village de l´Allemand (2008), en donde evoca la Shoah, la guerra civil franco-argelina que condujo a la independencia, y las peripecias de la inmigración argelina posterior en los suburbios de las ciudades francesas, y 2084, el fin del mundo (publicado en 2015), en donde con reminiscencias del 1984 de George Orwell, denuncia la amenaza para las democracias del integrismo religioso islamista. 

Sansal fue detenido el pasado 16 de noviembre por fuerzas de la Seguridad del Estado en el aeropuerto de Argel, tras aterrizar procedente de Francia, según lo confirmó la agencia gubernamental APS. La negativa de las autoridades de Argelia a dar cuenta de su paradero ha hecho temer lo peor tanto en el mundo literario como en el político en toda Francia, incluido el presidente Emmanuel Macron, que ha expresado su “viva preocupación por la desaparición”, al tiempo que anunciaba la movilización de las instituciones francesas para averiguar su paradero y situación.

La editorial del escritor, Gallimard, emitía asimismo un comunicado, en el que además de expresar su “profunda inquietud por la detención de Boualem Sanse por la Seguridad argelina, hacen un llamamiento para su liberación inmediata”, al tiempo que califican el arresto de “señal dramática del incremento de la represión política y religiosa”.

La apelación ha sido secundada por la gran mayoría del mundo literario francés, especialmente por los escritores franco-magrebíes, entre ellos Yasmina Khadra, Tahar Ben-Jelloum y Kamel Daoud. El primero califica la detención de “insoportable, por cuanto el lugar que le corresponde a un intelectual es una mesa de debate de ideas y no la celda de una cárcel”. 

En cuanto a Kamel Daoud, Premio Goncourt 2024, denuncia que su “hermano [Boualem Sansal] no debería estar detrás de los barrotes de una prisión, como lo está toda la nación de Argelia”. Una afirmación que ha contrariado especialmente a las autoridades argelinas, que le acusan, junto a su esposa, psiquiatra de profesión, de haber utilizado el historial médico, y por tanto confidencial y secreto, de una paciente para escribir su novela Houris, con la que ha ganado precisamente el premio más prestigioso de las letras francesas.

Por su parte, el arrestado y probablemente sometido a torturas, al decir de sus familiares y amigos más próximos, lleva mucho tiempo irritando tanto a los estamentos políticos como religiosos de Argelia. Boualem Sansal participó activamente en las numerosas manifestaciones de 2019, que terminaron por hacer dimitir al presidente Abdelaziz Bouteflika. 

Pero, la gota que parece haber colmado la paciencia de la Seguridad argelina ha sido la adhesión de Sansal a la tesis de que la Francia colonial procedió a una partición del Magreb que favoreció a Argelia en detrimento de Marruecos, lo que le ha valido ser calificado de “tonto útil” por Argelia, que sigue enfrentada al reino alauita a propósito del Sahara, cuya soberanía marroquí fue reconocida este mismo verano por el presidente francés, lo que le ha facilitado a éste que Rabat le abra las puertas a contratos y negocios por valor estimado de 10.000 millones de euros. 

Sansal también ha exasperado a las autoridades religiosas, y especialmente al islamismo más radical, al que acusa de intentar instalarse en Francia a toda costa. Sus afirmaciones más rotundas, tales como que “el islam es incompatible con la democracia” y que “islam e islamismo son la misma cosa”. le han granjeado numerosas enemistades y la prohibición de sus libros en su país de origen.     

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí