
Pues miren se lo voy a explicar, y me voy a centrar en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, donde este tipo de viajes es uno de sus productos más demandados.
Este año, y después de mucho tiempo, por fin una mujer, que se mantiene en el anonimato, se atrevió a denunciar lo que estaba sucediendo en esa ciudad con mujeres y niñas sometidas a la prostitución.
Este tour de violación, que se ofrece a los turistas, es una práctica en la que ellos pueden, a cambio de dinero, someter a niñas entre 12 y 15 años. Primero las drogan, luego las llevan engañadas a fincas cercanas a la ciudad y después las violan y las someten a todo tipo de vejaciones. Es una auténtica caza.
Muchas de estas niñas nunca vuelven a aparecer
La mujer que denuncio este horror, conto en la radio de ese país que llevan a las niñas a zonas abiertas, las “sueltan”, así lo explicaba ella, en medio del campo y luego tras una persecución y una cacería, las violan colectivamente en medio de la oscuridad. Muchas de estas niñas nunca vuelven a aparecer.
Además de esta práctica de los tours de violación, la prostitución infantil en esa ciudad ha estado presente de continuo, y sigue. La operación Vesta, realizada por la policía colombiana, hace unos meses, puso de manifiesto que, durante mucho tiempo el centro histórico de Cartagena, como la Torre del Reloj y la Plaza de los Coches, estaban llenas de chicas entre 14 y 17 años de edad, que pertenecían a redes de proxenetas y eran obligadas a ofrecer servicios sexuales. Verdaderas esclavas del Siglo XXI.
No hay cifras oficiales de este drama que perpetramos entre todos y todas, unos como actores y participantes en estas prácticas y otros y otras poniéndose de perfil o mirando para otro lado cuando ven lo que sucede sin denunciarlo.
Se encubre a los explotadores, se encubre a los proxenetas dejando miles de niñas y niños absolutamente desvalidos ante una realidad que les aterra, les marca, no entienden y que les destroza la vida, no solo de una manera simbólica, sino también de una manera real ¿saben? muchas niñas y niños terminan asesinadas por sus proxenetas o por los clientes, y nadie, nadie pregunta. Sobre la prostitución y sus consecuencias sigue habiendo un velo de silencio consentido.
Es la una de la tarde. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 12 grados.